No leer si no se ha visto y se está interesado en verla: puede contener algunos spoilers.
Qué agradable sorpresa. Lo que yo suponía un pestiño insufrible es, en realidad, una agradable comedia negra.
 | Dos sicarios se refugian en Brujas (Bélgica) tras el primer golpe, con efectos colaterales, de uno de ellos, que tiene un grave complejo de culpa; su compañero recibe un encargo que pone a prueba su propia ética personal. El gran jefe acude a Brujas a solucionar lo que sus subalternos son incapaces de manejar. Todo ello, con gran ironía y humor negro y en un entorno envidiable. |
Esta película tiene dos aspectos entrelazados que la hacen interesante:
- la trama propiamente dicha;
- la sana ironía sobre las convenciones del género, rozando en ocasiones el surrealismo.
Para colmo, me ha servido para reconciliarme con Colin Farrell, a quien cogí gran manía desde que le vi rubio platino con cejotas negras en
Alexandros.
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