Star Wars (episodios I-VI)

No leer si no se ha visto y se está interesado en verla: puede contener algunos spoilers.

Yo, como tanta gente, crecí viendo Star Wars. Antes de nada, soy de Han Solo y de Obi Wan Kenobi. Pero hace un par de semanas echaron las 6 películas en el canal SyFy (no seguidas, sino en noches sucesivas), y con la perspectiva de la edad y de lo que se nos viene encima (las partes 7ª, 8ª y 9ª y un biopic de Yoda, espeluznante por donde lo mires), la cosa merece un análisis.

En la trilogía original (la buena) el joven Luke Skywalker se convierte en jedi a instancias de Ben Kenobi, que ya fue maestro de su padre, antes de pasarse al lado oscuro de la Fuerza. Darth Vader, que es el tal padre, intenta que se pase al lado oscuro con él, pero Luke lo redime. Ése es el núcleo central de toda la saga, con subtramas políticas (los rebeldes contra el imperio) y amorosas (a quién quiere la princesa Leia, a Luke en un arrebato incestuoso o al delicioso en todos los sentidos Han Solo). En general está bien traída, a pesar de los ewoks (aspecto del que hablaremos más tarde).

Entonces George Lucas decidió que quería tensar la cuerda e inventó el término precuela -me imagino de dónde se sacó el neologismo, pero vuestros castos ojos no tienen por qué leerlo, cero en etimología para el señor, el se no es un prefijo ni lo fue jamás-; lo malo no fue que acuñara léxico, sino las películas que hizo: el ascenso y caída de Anakin Skywalker. Que la idea en sí es buena, pero en una película lo podía haber saldado tan ricamente, pero como los fans debemos de ser un poco flipados, decidió hacer caja (debo confesar que la fanfarria inicial con las letras que van apareciendo en un cine son un subidón) y hacer tres. En la primera, unos jedis que van con una reina (mucha monarquía suelta) llegan a un planeta lejanísimo donde encuentran un niño prodigioso, pero con un lado oscuro incipiente que acojona al consejo jedi. Tras muchas batallas -espada láser incluida- se deciden finalmente a formarlo como jedi, y del episodio I al II pasan diez años. La que era reina ahora es senadora y el joven jedi se enamora de ella, en privado, porque está prohibido que los jedis tengan impulsos amorosos. Mientras, hay latente una guerra con muchos clones y el lado oscuro de Anakin empieza a canalizarse estupendamente mediante la ira. En la tercera se culmina el proceso y tras un combate con Obi Wan Kenobi Anakin Skywalker se convierte en el nunca bien ponderado Darth Vader.

Para los fans de toda la vida hay una serie de cosas planteadas en los episodios I, II, III que hacen que la IV, V y VI no se sostengan:

• Si Padmé Amidala, la madre de Luke y Leia, muere en el parto, Luke se va al muermo de Tatooine y Leia es criada como la princesita de Alderaan por Bail Organa (que nadie sabe para qué lo sacan en pantalla), ¿por qué Leia recuerda en Endor a su madre como alguien bellísimo y tristísimo?
• Si Darth Vader es tan poderoso que las cucharas se doblan a su paso y sólo debe obediencia al Emperador, ¿por qué está supeditado al personaje de Peter Cushing, de cuyo nombre no me acordaré jamás?

Esto, unido a errores de casting. Porque Hayden Christensen es muy mono (bueno, si te gustan los chicos blanditos), pero es tan hierático que sólo le falta aparecer cumpliendo la ley de la frontalidad de la antigüedad. Y si es el todopoderoso Darth Vader, ¿por qué, cuando no le aceptan en el consejo jedi, dice un lamentable "no es justo"? Ya puestos, que diga "jo, qué caca, cuando se lo diga al emperador sus vais a cagar tos pa' dentro". Vale que este error es de Lucas, pero vamos, con esa cara blandurrio no va a decir nada de más fuste.

Por otro lado, Lucas es un cursi. Los ewoks (que debo confesar que con nueve años me gustaban) son cursis hasta aburrir, ahí, haciendo miguitas con Leia y con C3PO. Toda esa escena en el poblado ewok es una moñada, ahí "venga, sitripio, di que la montas si no nos sueltan" y haciendo volar al robot, no sé cómo los actores se pudieron avenir. Pero para cursilada total, los Gunga, el pueblo ése subacuático del planeta Naboo al que pertenece el inefable Jar Jar Binks. Son innecesarios y cargantes, y ni siquiera aportan comedia. Que Lucas quería vender muñecos de los gunga (que no sé si habrá vendido muchos) y por eso los puso. Otra cursilada (porque intenta ser guiño, pero se queda en cursi) eso de sacar a los wookies en su planeta, y Yoda despidiéndose del joven Chewbacca es un truco facilón de mago de feria ambulante.

La otra es que los ingenieros de la galaxia muy lejana habrán estudiado ingeniería en CEAC, porque a ver a qué subnormal se le ocurre hacer que todas las estaciones espaciales sean estructuralmente análogas y se destruyan de manera parecida. De verdad, los linfocitos aprenden más en el curso de una vida que los ingenieros galácticos en treinta años. Y la otra es que si al final del episodio III (¿o es incluso el II?) están empezando a hacer la estrella de la muerte, por qué tardan 20 años en construirla, por qué nadie se la esperaba con lo que tardaron (¿es la Sagrada Familia del espacio?), y cómo se las apañaron para hacer otra en 5 años? Mucho pufo, Lucas, mucho pufo.

La otra es que como guionista no te sostienes. Lo único que se puede alargar sin desvirtuarse es el chicle. Con las películas no funciona, y por eso tienes que meter escenas que no vienen a cuento, como la carrera de vainas para demostrar tus super efectos especiales, o, peor, el episodio II, que es la única vez hasta la fecha en que he salido cabreada de un cine por el rosario de despropósitos (que si tiempos modernos, que si quo vadis que no vienen a cuento de nada). Y encima la mandanga ésa de los midiclorianos, que sólo te falta decir que tiene bifidus activo. ¿Para qué, George? ¿Quién necesita los midiclorianos? En el episodio IV hay una escena en el Halcón Milenario entre Obi-Wan y Han Solo mucho más interesante sobre la Fuerza que esa chorrada midicloriana.

Tienes el raro mérito de haber convocado a dos Dráculas (Cushing y Lee), pero vamos, Christopher Lee ya hizo un ejército de clones en El Señor de los Anillos, es un poco salchichero que le pongas a hacer lo mismo en Star Wars. También es infamante que le des un final tan miserable. Vale que es un malo, pero es Christopher Lee, es una leyenda de la serie B, no te creas que te vas a encontrar a muchos así porque una vez trabajaste con el mismísimo Alec Guinness.

Pero lo que no te perdonaré jamás es lo que hiciste con Yoda.

1. Yoda siempre ha sido una marioneta. ¿Transformarlo en un haz de píxels? ¿Y que se note tanto? Joder, George, cruza la calle y pregunta en pixar cómo hacerlo bien.
2. Yoda es un jedi, un maestro de sabiduría contrastada. Rehúsa el uso de la violencia, ése el camino de un jedi no es. Así que tú, por tus pistolas, le otorgas una espada y te cargas lo más sagrado. O sea, una bola de píxeles con espada láser. Dos cagadas en una. Si es verdad lo de los midiclorianos, los tuyos se han ido al cuerpo de otro con tu sentido de la continuidad dramática.
3. Y ahora, un biopic de Yoda. Menudo rosario de cursiladas. "Aquí, una foto con ET. Aquí, una foto con chewbacca. Aquí, de birras en Mos Eisley con Obi Wan. Ten arrestos y encárgasela a Kiarostami, que nos haga una peli costumbrista en Dagobah, seguro que es más interesante que el pufaco que estáis pensando tú y la gente de Disney.

Dicho todo lo cual, yo seguiré adorando la vieja trilogía, con sus "te quiero, lo sé", las socarronadas de Han, el impactante maestro Obi Wan y ese malvado que nunca debió tener precuela -porque para caída interesante, la de Michael Corleone-, la chica con más arrestos que ninguno, el felpudo con patas y esos dos androides inspirados en una peli de Kurosawa. A éstos los acompañaba la Fuerza, pero a Lucas le basta con que acompañe la pasta.