Amanece, que no es poco
No leer si no se ha visto y se está interesado en verla: puede contener algunos spoilers.
Antes de nada, no hay que amilanarse ante la aparente incongruencia de esta magistral pelÃcula: con un poco de atención resultará más meridiana que el dÃa.
Se trata de una pelÃcula coral, asà que ¿por quién empezamos?
¿Por Ngé Ndomo, la minorÃa étnica –y negro como un tizón- que tiene una novia cuyo marido padece impotencia y a quien su tÃo, un campesino totalmente primario a quien le gusta beber y andar con putas, todavÃa no acepta, después de cuarenta años? ¿Por el cabo Gutiérrez, cabeza de la Guardia Civil de lo localidad, cuyo hijo está aquejado de una extraña forma de sonambulismo mingitorio? ¿Bruno, el refugiado de la polÃtica que ni va en bicicleta, ni huele bien, ni consigue escribir nada suyo a derechas, y a quien detecta un plagio al mismÃsimo Faulkner un concupiscente labriego intelectual? |
Y, aunque los lograra enumerar a todos, me quedarÃa corta: el todo es más que la suma de las partes, y más en este pueblo singular, que no es sino una analogÃa hispánica. SÃ, nos encontramos ante una singular historia de España, desde el Alzamiento (de Hostia, que nadie se vaya a creer) hasta el amanecer (tortuoso) de la democracia. Este curioso crisol de nuestro paÃs, en un ámbito rural (que a Cuerda se le da tan bien reflejar), retrata parte de lo que somos, aunque la desmedida afición por la lógica narrativa nos haga desestimarla a priori.
Por mucho que yo pueda hablar de ella, hay que verla para apreciarla. Y recordad: hay muchas pelÃculas contingentes, pero ésta es necesaria.
3 comentarios
Simplemente, obra maestra del cine. Imprescindible.
A mà lo que me parece mal es que no hayas hablado de Góngora, y yo que tengo cuerpo de Góngora... :-D
En realidad es una obra maestra. Es muy difÃcil mantener la atención en una pelÃcula tan aparentemente caótica, tan desprovista de un hilo narrativo, y Cuerda lo logra plenamente. Hoy en dÃa pensamos que la alegorÃa es un reverendo coñazo, pero Cuerda logra resucitarla con sabias dosis de humor.
SerÃa interesante debatir sobre las alegorÃas que cada uno descubre; desde el amanecer inusitado, que pone nerviosa a la Guardia Civil, hasta las supuestas elecciones gatopardianas (todo cambia y todo sigue igual), desde los guiños a esa otra gran mirada a esa España sombrÃa del franquismo, "Bienvenido, Mr. Marshall" hasta los intelectuales de tertulia como Garcinuño, enraizado y agostado como aquel hombre del casino provinciano que decÃa Machado...
La tengo entre mis favoritas.
¿Qué ha ocurrido con esta forma de hacer cine?
¿Dónde están estos guiones tan elaborados?
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