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Destripando remakes: Nueve reinas / Criminal

Los remakes son una excusa cuando no hay ideas. AquĆ­ enfrentamos el original frente al remake: similitudes, diferencias...
Puede contener algunos spoilers (¡dobles!).
John C. Reilly no es Ricardo Darín, pero hoy le he visto hacer la famosa escena del restaurante, pidiendo el cambio de 100 dólares que el camarero decía no haber pagado. Me ha invadido una sensación de déja vu, y he decidido mirar el argumento... Unos sellos (no 9, sólo 2, y bastante mÔs grandes que en el original argentino), un timador novato y otro experto que tanga la herencia a sus hermanos pequeños, que trabajan en un hotel de lujo... Y, en vez de Buenos Aires, Los Angeles.
Acabaremos antes si decimos que, aparte de la decoración (con menos encanto en la peli gringa, aunque tampoco es lo mÔs criticable), sólo hay tres escenas diferentes (de lo parte que he visto, que es casi toda):
  • La escena en la que el personaje de Gastón Pauls (aquĆ­ el mexicano Diego Luna, por aquello de mantener, aunque sea en grado mĆ­nimo, la conexión latina) vuelve al hotel a besar a la hermana del otro cabroncete;
  • La escena del tumulto en el banco: en Los Angeles, California, USA, no hay corralito ni problemas con la moneda, y lo han resuelto como han podido, en mi opinión, de manera menos redonda.
  • El niƱo que pide en el metro; esto se deriva del anterior punto; esa escena en la original argentina es muy amarga...
LO MEJOR:
  1. John C. Reilly, que lo hace bien -vaya novedad-, y todos los defectos que se le puedan encontrar son de los matices que le han puesto al guión original, porque él da para mucho mÔs.
  2. Que den crƩdito a la pelƭcula de la que la han sacado. Y en letras grandes.

LO PEOR: Uff... Varias cosas...
  1. La poca quƭmica que hay entre los personajes. Los de Pauls y Darƭn, a pesar de la vuelta de tuerca final, tienen mƔs quƭmica a lo largo de la pelƭcula.
  2. En la original, el idioma castellano era mÔs un nexo que una separación: que un personaje sudara tinta china para imitar el acento español era parte de la sutileza de la trama. Aquí, que Diego Luna hable castellano es parte de la separación y la falta de química de su personaje con el de Reilly.
  3. Leticia Bredice es una magnƭfica actriz, y Maggie Gyllenhall es discreta. Al margen del canon estƩtico de cada cual...
Vamos, que Clooney y Soderbergh, que dentro de poco irÔn por el Ocean's One Thousand (o se podrÔn a hacer precuelas desde Ocean's One en adelante...) se podían haber ahorrado el dinero o haberlo invertido en cursos de español avanzado... Una buena trama que, como de costumbre, es mejor en su versión original...

1 comentario

Fer Fish dijo...

¡Guau, guau! ¡Leticia Bredice! ¡Insuperable!

No quiero ni ver el remake, como tampoco vi el de Vanilla Sky. Hay cosas que es mejor dejar como estƔn.