Ponyo
No leer si no se ha visto y se está interesado en verla: puede contener algunos spoilers.Ya sabéis que me encanta el cine de Miyazaki (por cierto, han reestrenado Nausicaa, será cosa de verla) desde que, extática, pude disfrutar de El viaje de Chihiro en una insólita tarde cinéfila en los Renoir de plaza de España. Sin embargo, por algún motivo que no alcanzo, no vi la que hoy tratamos en el cine; la acabo de ver en la tele (en fin...), doblada por no haber subtítulos en castellano (snif, aunque he visto doblajes peores), y debo admitir que la he disfrutado... como era de esperar.
Miyazaki nos cuenta la historia de la sirenita, pero a su manera; olvidaos de Disney y casi de Andersen.
Típicamente, no falta el elemento mágico propio de la factoría Miyazaki. El mundo con una vuelta de tuerca, cómo podría ser si lleváramos esta ficción hasta sus últimas consecuencias. Una película, en suma, hermosa, cuya banda sonora hace un recorrido musical por el siglo XIX, desde el primer Beethoven hasta Wagner y los nacionalismos decimonónicos. Si podéis, no os la perdáis...
No hay comentarios
Publicar un comentario