La piel que habito

No leer si no se ha visto y se está interesado en verla: puede contener algunos spoilers.

Llevaba un tiempo Almodóvar que no me acababa de convencer, pero esta película consiguió gustarme en general. Y lo que no, lo voy a destripar aquí de todos modos...

Almodóvar ha mezclado dos premisas al parecer irreconciliables: el lema contra la violación, castración y el mito de Pigmalión. Sólo una mente muy enferma (la del doctor Ledgard, cirujano) puede casar ambas influencias a su conveniencia... El doctor Ledgard estaba felizmente casado con una señora que le puso los cuernos, tuvo un accidente y quedó quemada casi del todo. Se suicidó, de tal manera que su pobre hija vio cómo su madre caía muerta justo delante de ella; como resultado, la hija acabó en un hospital mental. Durante una salida, Vicente (Jan Cornet), un joven adicto a las pastillas que anda por ahí la viola, y la chica tiene una recaída severa que hace que se suicide. El doctor Ledgard se toma su venganza... El doctor secuestra a Vicente, lo mete en una gruta sin decirle fus ni mus y un buen día le somete a una operación de cambio de sexo sin encomendarse ni a Dios ni al diablo. Y aquí entra la parte enfermiza (que la hay, porque en casi todas las de Almodóvar la hay): nuestro querido cirujano plástico, que está experimentando con un tejido que se integra perfectamente con la piel, ha hecho, como un Pigmalión, a partir de Vicente, una mujer muy parecida a su difunta, como un Átame todavía más sórdido que el original, si espera que Vera Cruz, la versión femenina de Vicente, llegue a quererlo.

La narración está hecha a base de flashbacks, y la acción empieza un buen día que llega el hijo de Marilia, el ama de llaves que vive razonablemente en la inopia, y viola a Vera Cruz. La escena, amén de lo truculento, roza lo ridículo y esperpéntico, y en mi opinión desequilibra la película, en general -si te gustan las historias tan tremebundas, claro- bastante equilibrada. Aunque al menos su aparición no es un mcguffin, sino que de alguna manera abre la cratera de los recuerdos y desencadena que nos cuenten lo ocurrido y el desenlace.

• Lo mejor: Elena Anaya. Si ves la película un par de veces y consideras quién es en realidad, ves que, al margen de la evidente feminidad de la actriz, hay ciertos movimientos que casan con el chico que habita dentro.
• Lo peor: Los personajes de Marilia y Zeca. Aunque Marilia es necesaria para que venga Zeca y abra la caja de los truenos, no hay por qué extender tanto su presencia. Y el personaje de Zeca puede ser menos fantoche y hacer el mismo efecto en el curso de los acontecimientos.